Escocia

... islas.

Hablas de Escocia, y lo primero que te viene a la mente es el whisky y luego las típicas faldas escocesas -kilt- que visten los hombres. Uno de nuestros guías escoceses, Peter, nos recibió con su kilt y no se lo quitó jamás durante todo el recorrido. Peter nos enseñó a beber whisky de la forma típica como lo hacen los escoceses: whisky de malta, por supuesto, servido en un pequeño vasito, una cantidad aproximada de un dedo, sin hielo y mezclado con un poco de agua.

Pero Peter, como auténtico escocés, nos cantó en gaélico y nos enseño muchos rincones interesantes de su país, un paisaje siempre verde, cubierto de un manto de cesped segado por los tres millones de ovejas que están por todas partes, con un clima cambiante cada pocas horas, que sirve de decorado perfecto para la fotografía, pues la iluminación que se produce bajo los cielos de lluvia a medias con los de sol, dibujan un paisaje lleno de atrevidas propuestas pictóricas.

Hemos visitado las islas Hébridas, incluidas Mull y Arran y también las Tierras Altas de Escocia o Highland y hemos paseado por Edimburgo y Glasgow, siempre procurando capturar la tradicional e íntima esencia que se respira en sus campos, sus islas y sus ciudades. Escocia es un país con enormes posibilidades para el fotógrafo viajero.