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Centro de Portugal
Tajo Internacional
Tajo Internacional es un proyecto de cooperación transfronteriza España-Portugal, que persigue la conformación de un destino turístico, desarrollando estrategias de cooperación territorial que valoren los recursos naturales, culturales e históricos ligados al
Parque Natural de Tajo Internacional, para contribuir, de esta forma, al desarrollo social y económico de este territorio fronterizo.
En esta ocasión, invitados por Turismo Centro de Portugal dentro de su programa Primavera Abundante hemos recorrido algunos interesantes lugares de la región Centro de Portugal situados muy cerca de la frontera con España al sureste de la provincia de Cáceres.
Mediante un vuelo de 50 minutos procedente de Madrid, llegamos a Lisboa donde nos estaba esperando Silvia, nuestra simpática guía y experta conductora que nos acompañaría a lo largo de nuestro viaje de cuatro días por toda la zona de nuestro destino. En Castelo Branco hicimos la primera parada para visitar esta histórica ciudad templaria del siglo XIII y en la que aún se conserva parte de las antiguas murallas. A pesar de su nombre, Castelo Branco, hay quien dice que ni tiene castillo ni es blanco, en su lugar, la atracción más destacada de la ciudad es su Jardín del Palacio Episcopal, también conocido como Jardín de San Juan Bautista, a quien está dedicado.
Diseñado probablemente por un arquitecto italiano en el siglo XVIII, este jardín fue mandado contruir por el obispo de Guarda, D. Joao de Mendonça, alrededor de 1720. Llama la atención su elevado número de estatuas, organizadas por recorridos iconográficos que representan al ciclo del Zodiaco, las partes de la tierra, las estaciones del año, las virtudes teologales y las cardinales.
Desde Castelo Branco, después de saborear un buen plato de bacalao en el restaurante A Muralha, nos dirigimos directamente al Parque Natural del Tajo Internacional donde nos espera Fernanda, nuestra anfitriona y propietaria del Hotel Rural Herdade da Poupa situado en pleno corazón del parque. Este hotel rural ganó el premio a la Mejor Propiedad Rural de 2007 por su contribución a la preservación y mejora de los recursos naturales y la biodiversidad. El premio es una iniciativa de la Fundación Anders Wall y "Friends of The Countryside" (Organización Europea de Propietarios Rurales) y bajo el patrocinio de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea.
La finca de Poupa, dentro de la cual se encuentra el hotel, tiene un área de 4.400 hectáreas y es un sitio ideal donde se organizan paseos para todos los amantes de la naturaleza, ya que pueden verse, y fotografiarse en libertad, ciervos, jabalís, buitres, alimoches, conejos, liebres, perdices, cigüeña negra, aguila imperial, abejarrucos, abubillas, tórtolas...
El safari fotográfico que teníamos programado se vió un poco perjudicado al no acompañar mucho el tiempo, pero en los 12 kilómetros del recorrido hasta llegar al rio Tajo, frontera con España, pudimos apreciar la gran amplitud de la finca y sus posibilidades. Nos cruzamos varias veces con familias de venados huidizos, cigüeñas negras, buitres y algún que otro jabalí. El campo no estaba todo lo florido que debería corresponder de acuerdo con la época del año -primavera- por la escasez de lluvias, pero a pesar de ello pudimos disfrutar de la tranquilidad de sus paisajes, el silencio -roto solo por el canto de los pájaros-, el colorido de la jara y el aroma del romero.
Nos despedimos de Fernanda con la promesa de regresar algún día no muy lejano y volvemos a confiar en las habilidades ruteras de Silvia quien nos conduce a través de los caminos de tierra de la finca como si fueran de su propia casa. Partimos hacia nuestro próximo destino: las Termas de Monfortinho.
Las termas se encuentran situadas en el municipio de Idanha-a-Nova, a 70 Km. de Castelo Branco, en la orilla derecha del río Erjas, donde limita con la frontera Española. Del lado español, Moraleja, Coria y Zarza la Mayor.
Las primeras referencias históricas de estas termas surgen en el periodo romano, con las excavaciones junto al río Erjas en busca de pepitas de oro. Todavía hoy se encuentran pequeños montes de piedras y agujeros provenientes de la exploración aurífera. Al mismo tiempo los romanos se interesaron por las aguas de la Sierra de Penha Garcia, existiendo ya Termas en Mansatela, Salvador, Ramiro, Penha Garcia, Foro, Badanais, Brejos, Gorgolão, Monfortinho y en la Fuente Santa.
La reputación del poder curativo de estas aguas llegan hasta hoy día y se basan en una curiosa tradición, llamada la Cura de Rabugem (o enfermedad de la piel), que diezmaban las realas del Infante Don Francisco (hermano del Rey Don José). Se bañaban aquí, a la vuelta de sus habituales cacerías reales de jabalí, ciervo y otros animales.
Nuestro objetivo en las termas no es curarnos de rabugem, pero si que ansiamos relajarnos en su famoso balneario para aliviar de algún modo las agujetas acumuladas en nuestras correrías por la Finca da Poupa. Sin embargo, el deseado relax tendrá que esperar, pues antes queremos visitar algunas de las Aldeas Históricas de Portugal que se encuentran muy cerca de Monfortinho.
Idanha-a-Velha es una pequeña freguesía (pedanía) de 79 habitantes, perteneciente al concejo de Idanha-a-Nova que está considerada como aldea histórica de Portugal debido a que mantiene en pié una catedral visigoda, los restos de un castillo que perteneció a la orden del Temple, y algunas ruinas romanas. La catedral tiene una puerta gótica de finales del siglo XIV, y actualmente contiene el Museu Egitanense, donde se exponen decenas de inscripciones epigráficas de la época de los romanos. Otra aldea histórica cercana es Monsanto, que en 1938 fué considerada la villa más portuguesa de Portugal. También pertenece al concejo de Idanha-a-Nova, pero tiene el gran honor histórico de haber sido desde el año 1174 hasta el comienzo del siglo 19 la principal ciudad del concejo.
Monsanto se asienta en el borde de una montaña no muy lejos de la Serra da Estrela, desde la que domina impresionantes vistas panorámicas de todo el valle. Los antiguos habitantes de esta sorprendente ciudad aprovecharon las enormes rocas graníticas para adosar sus viviendas, creando de este modo callejuelas y pasadizos que se extienden hacia arriba de la montaña, hasta llegar al castillo, respetando las formas naturales de estas gigantescas piedras, que, en algunos casos, son más grandes incluso que las propias casas. Todo el pueblo es un bello ejemplo viviente de cómo la gente se ha ido adaptando a los caprichos de la naturaleza, consiguiendo preservar la integridad de su medio ambiente durante cientos de años.
Por la tarde, por fin, fuimos a visitar las Termas de Monfortinho. Las aguas de este balneario termal son hiposalinas y tienen como características químicas dominantes un elevado porcentaje de silicio y anhídrido carbónico, con unas propiedades terapéuticas especiales para el tratamiento de las enfermedades crónicas cutáneas, intestinales, reumatismos y alérgicas respiratorias. Aparte del reposo psicosomático, el balneario proporciona técnicas terapéuticas consistentes en la ingestión de agua, balneoterapia, ventiloterapia, electroterapia, presoterapia, fisioterapia y solarium. Para estos tratamientos de termalismo clásico se precisa una asistencia de varios días dependiendo su duración del tipo de enfermedad a tratar, siempre aconsejados por el equipo médico del balneario. Podemos alojarnos en el Ô Hotel Astoria, un tres estrellas adosado al propio balneario, o bien en el Ô Hotel Fonte Santa, un cuatro estrellas que se encuentra un poco más retirado pero al alcance de un agradable paseo por los jardines del complejo.
Si lo que se desea es experimentar los beneficios de estas aguas termales para el disfrute y relajación de un solo día o fin de semana, el balneario dispone de sugerencias orientadas para este menester, como el Día Termal, un tratamiento de 90 minutos que incluye hidromasaje, ducha Vichy con masaje a cuatro manos, ducha escocesa y vaporización general. Existen más tratamientos de este tipo para uno o dos días.
A unos 23 km. al sur de Monfortinho se encuentra la freguesía de Salvaterra do Extremo, muy próxima a la frontera con España y de origen muy antiguo. En sus tiempos era un bastión fotificado por los romanos y los árabes. Existió como municipio hasta 1855 fecha en la que fue anexionado a la municipalidad de Idanha-a-Nova. Cada Lunes de Pascua, desde 1905, Salvaterra do Extremo festeja el tradicional Bodo, una celebración de abundancia y alegría, a raíz de una antigua promesa (la de que Nuestra Señora de la Consolación protegiera las cosechas de las violentas plagas de langostas de 1877). Tras la misa y la procesión, cientos de locales y españoles confraternizan en el recinto del Bodo, donde son servidos, gratuitamente, platos típicos de cabra o cordero y vino a discrección.
La celebración, más conocida localmente como Festa do Bodo de Monfortinho comienza con la procesión en honor de Nuestra Señora de la Consoloción, que discurre desde la iglesia, atravesando las calles del pueblo que se encuentran pobladas de puestos de mercadillo, hasta el lugar donde se prepara la comida al aire libre en grandes calderos puestos a fuego lento desde las cinco de la mañana.
Cuando termina la procesión empieza el banquete. Portugueses, españoles, foráneos y turistas, se ponen en la cola para entrar en los recintos preparados para degustar la comida gratuita que consiste primero de una sopa parecida a la del cocido, luego un plato de garbanzaos de la zona y para terminar un buen surtido de carne de cabra o cordero, acompañado de pan de hogaza, todo regado con vino de la tierra. La comida es abundante y se puede repetir todas las veces que uno quiera. Para tomar café y/o copa se habilita un pequeño mostrador donde se sirve a precios moderados. Por la noche, la fiesta sigue con orquesta y baile hasta las tres de la mañana.
Al día siguiente, ya camino de vuelta a Lisboa, visitamos de paso la Vila Velha de Ródao para admirar las impresionantes Portas de Ródao, uno de los lugares geológicos más importantes de Portugal a través del cual el río Tajo se encoje en una garganta muy estrecha limitada por imponentes y escarpadas rocas de cuarcita. Es un lugar ideal para la avifauna, en particular para las grandes aves de rapiña, como el águila perdicera, el buho real y el buitre leonado, que comparten su habitat con la jineta, el gato montés y una gran diversidad de anfibios, reptiles e insectos. Todo ello adornado con multitud de encinas, alcornoques y cedros.
Nos faltaba por conocer una de las típicas Aldeas de Pizarra, así que a continuación nos encaminamos hacia el pueblo de Foz do Cobrao que se encuentra en la ruta de la pizarra. La ruta comprende 24 aldeas tradicionales construidas en pizarra, la roca más abundante de la región. Las diversas tonalidades de esta piedra, también usada en los pavimentos de las calles estrechas y sinuosas, se mezclan a la perfección con los colores del paisaje natural.
Al atardecer llegamos a Monte Real, donde nos espera un Spa Experience en el hotel del mismo nombre. Mañana toca madrugar para salir hacia el aeropuerto de Lisboa así que nos despedimos de nuestro encantador viaje por estas tierras de Centro de Portugal no sin antes dar cuenta de una estupenda cena a base de bacalao y vino del país.
INFORMACIONES UTILES
ALOJAMIENTOS
Hotel Rural Herdade da Poupa****
https://www.facebook.com/pages/category/Hotel/Hotel-Rural-Herdade-da-Poupa-198643372777/
Hotel Fonte Santa****
https://www.hotelfontesanta.pt/
Termas de Monfortinho
https://www.termasdemonfortinho.com/
Palace Hotel de Monte Real****
https://www.termasdemontereal.pt/
RESTAURANTES
Restaurante Petiscos & Granitos
https://www.facebook.com/pages/Petiscos-E-Granitos/273145469454783
Papa Figos Restaurant - Hotel Fonte Santa****
https://www.hotelfontesanta.pt/es/restaurante-papa-figos
Restaurante Vale Mourão
https://www.facebook.com/pg/Restaurante-Vale-Mour%C3%A3o-Foz-do-Cobr%C3%A3o-Vila-Velha-do-Rodao-2026572237598485/photos/
Aldeas Históricas
https://aldeiashistoricasdeportugal.com/
Oficina de Turismo
https://www.centerofportugal.com/es/destination/tomar-3/
Manbos
En esta ocasión, invitados por Turismo Centro de Portugal dentro de su programa Primavera Abundante hemos recorrido algunos interesantes lugares de la región Centro de Portugal situados muy cerca de la frontera con España al sureste de la provincia de Cáceres.
Mediante un vuelo de 50 minutos procedente de Madrid, llegamos a Lisboa donde nos estaba esperando Silvia, nuestra simpática guía y experta conductora que nos acompañaría a lo largo de nuestro viaje de cuatro días por toda la zona de nuestro destino. En Castelo Branco hicimos la primera parada para visitar esta histórica ciudad templaria del siglo XIII y en la que aún se conserva parte de las antiguas murallas. A pesar de su nombre, Castelo Branco, hay quien dice que ni tiene castillo ni es blanco, en su lugar, la atracción más destacada de la ciudad es su Jardín del Palacio Episcopal, también conocido como Jardín de San Juan Bautista, a quien está dedicado.
Diseñado probablemente por un arquitecto italiano en el siglo XVIII, este jardín fue mandado contruir por el obispo de Guarda, D. Joao de Mendonça, alrededor de 1720. Llama la atención su elevado número de estatuas, organizadas por recorridos iconográficos que representan al ciclo del Zodiaco, las partes de la tierra, las estaciones del año, las virtudes teologales y las cardinales.
Desde Castelo Branco, después de saborear un buen plato de bacalao en el restaurante A Muralha, nos dirigimos directamente al Parque Natural del Tajo Internacional donde nos espera Fernanda, nuestra anfitriona y propietaria del Hotel Rural Herdade da Poupa situado en pleno corazón del parque. Este hotel rural ganó el premio a la Mejor Propiedad Rural de 2007 por su contribución a la preservación y mejora de los recursos naturales y la biodiversidad. El premio es una iniciativa de la Fundación Anders Wall y "Friends of The Countryside" (Organización Europea de Propietarios Rurales) y bajo el patrocinio de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea.
La finca de Poupa, dentro de la cual se encuentra el hotel, tiene un área de 4.400 hectáreas y es un sitio ideal donde se organizan paseos para todos los amantes de la naturaleza, ya que pueden verse, y fotografiarse en libertad, ciervos, jabalís, buitres, alimoches, conejos, liebres, perdices, cigüeña negra, aguila imperial, abejarrucos, abubillas, tórtolas...
El safari fotográfico que teníamos programado se vió un poco perjudicado al no acompañar mucho el tiempo, pero en los 12 kilómetros del recorrido hasta llegar al rio Tajo, frontera con España, pudimos apreciar la gran amplitud de la finca y sus posibilidades. Nos cruzamos varias veces con familias de venados huidizos, cigüeñas negras, buitres y algún que otro jabalí. El campo no estaba todo lo florido que debería corresponder de acuerdo con la época del año -primavera- por la escasez de lluvias, pero a pesar de ello pudimos disfrutar de la tranquilidad de sus paisajes, el silencio -roto solo por el canto de los pájaros-, el colorido de la jara y el aroma del romero.
Nos despedimos de Fernanda con la promesa de regresar algún día no muy lejano y volvemos a confiar en las habilidades ruteras de Silvia quien nos conduce a través de los caminos de tierra de la finca como si fueran de su propia casa. Partimos hacia nuestro próximo destino: las Termas de Monfortinho.
Las termas se encuentran situadas en el municipio de Idanha-a-Nova, a 70 Km. de Castelo Branco, en la orilla derecha del río Erjas, donde limita con la frontera Española. Del lado español, Moraleja, Coria y Zarza la Mayor.
Las primeras referencias históricas de estas termas surgen en el periodo romano, con las excavaciones junto al río Erjas en busca de pepitas de oro. Todavía hoy se encuentran pequeños montes de piedras y agujeros provenientes de la exploración aurífera. Al mismo tiempo los romanos se interesaron por las aguas de la Sierra de Penha Garcia, existiendo ya Termas en Mansatela, Salvador, Ramiro, Penha Garcia, Foro, Badanais, Brejos, Gorgolão, Monfortinho y en la Fuente Santa.
La reputación del poder curativo de estas aguas llegan hasta hoy día y se basan en una curiosa tradición, llamada la Cura de Rabugem (o enfermedad de la piel), que diezmaban las realas del Infante Don Francisco (hermano del Rey Don José). Se bañaban aquí, a la vuelta de sus habituales cacerías reales de jabalí, ciervo y otros animales.
Nuestro objetivo en las termas no es curarnos de rabugem, pero si que ansiamos relajarnos en su famoso balneario para aliviar de algún modo las agujetas acumuladas en nuestras correrías por la Finca da Poupa. Sin embargo, el deseado relax tendrá que esperar, pues antes queremos visitar algunas de las Aldeas Históricas de Portugal que se encuentran muy cerca de Monfortinho.
Idanha-a-Velha es una pequeña freguesía (pedanía) de 79 habitantes, perteneciente al concejo de Idanha-a-Nova que está considerada como aldea histórica de Portugal debido a que mantiene en pié una catedral visigoda, los restos de un castillo que perteneció a la orden del Temple, y algunas ruinas romanas. La catedral tiene una puerta gótica de finales del siglo XIV, y actualmente contiene el Museu Egitanense, donde se exponen decenas de inscripciones epigráficas de la época de los romanos. Otra aldea histórica cercana es Monsanto, que en 1938 fué considerada la villa más portuguesa de Portugal. También pertenece al concejo de Idanha-a-Nova, pero tiene el gran honor histórico de haber sido desde el año 1174 hasta el comienzo del siglo 19 la principal ciudad del concejo.
Monsanto se asienta en el borde de una montaña no muy lejos de la Serra da Estrela, desde la que domina impresionantes vistas panorámicas de todo el valle. Los antiguos habitantes de esta sorprendente ciudad aprovecharon las enormes rocas graníticas para adosar sus viviendas, creando de este modo callejuelas y pasadizos que se extienden hacia arriba de la montaña, hasta llegar al castillo, respetando las formas naturales de estas gigantescas piedras, que, en algunos casos, son más grandes incluso que las propias casas. Todo el pueblo es un bello ejemplo viviente de cómo la gente se ha ido adaptando a los caprichos de la naturaleza, consiguiendo preservar la integridad de su medio ambiente durante cientos de años.
Por la tarde, por fin, fuimos a visitar las Termas de Monfortinho. Las aguas de este balneario termal son hiposalinas y tienen como características químicas dominantes un elevado porcentaje de silicio y anhídrido carbónico, con unas propiedades terapéuticas especiales para el tratamiento de las enfermedades crónicas cutáneas, intestinales, reumatismos y alérgicas respiratorias. Aparte del reposo psicosomático, el balneario proporciona técnicas terapéuticas consistentes en la ingestión de agua, balneoterapia, ventiloterapia, electroterapia, presoterapia, fisioterapia y solarium. Para estos tratamientos de termalismo clásico se precisa una asistencia de varios días dependiendo su duración del tipo de enfermedad a tratar, siempre aconsejados por el equipo médico del balneario. Podemos alojarnos en el Ô Hotel Astoria, un tres estrellas adosado al propio balneario, o bien en el Ô Hotel Fonte Santa, un cuatro estrellas que se encuentra un poco más retirado pero al alcance de un agradable paseo por los jardines del complejo.
Si lo que se desea es experimentar los beneficios de estas aguas termales para el disfrute y relajación de un solo día o fin de semana, el balneario dispone de sugerencias orientadas para este menester, como el Día Termal, un tratamiento de 90 minutos que incluye hidromasaje, ducha Vichy con masaje a cuatro manos, ducha escocesa y vaporización general. Existen más tratamientos de este tipo para uno o dos días.
A unos 23 km. al sur de Monfortinho se encuentra la freguesía de Salvaterra do Extremo, muy próxima a la frontera con España y de origen muy antiguo. En sus tiempos era un bastión fotificado por los romanos y los árabes. Existió como municipio hasta 1855 fecha en la que fue anexionado a la municipalidad de Idanha-a-Nova. Cada Lunes de Pascua, desde 1905, Salvaterra do Extremo festeja el tradicional Bodo, una celebración de abundancia y alegría, a raíz de una antigua promesa (la de que Nuestra Señora de la Consolación protegiera las cosechas de las violentas plagas de langostas de 1877). Tras la misa y la procesión, cientos de locales y españoles confraternizan en el recinto del Bodo, donde son servidos, gratuitamente, platos típicos de cabra o cordero y vino a discrección.
La celebración, más conocida localmente como Festa do Bodo de Monfortinho comienza con la procesión en honor de Nuestra Señora de la Consoloción, que discurre desde la iglesia, atravesando las calles del pueblo que se encuentran pobladas de puestos de mercadillo, hasta el lugar donde se prepara la comida al aire libre en grandes calderos puestos a fuego lento desde las cinco de la mañana.
Cuando termina la procesión empieza el banquete. Portugueses, españoles, foráneos y turistas, se ponen en la cola para entrar en los recintos preparados para degustar la comida gratuita que consiste primero de una sopa parecida a la del cocido, luego un plato de garbanzaos de la zona y para terminar un buen surtido de carne de cabra o cordero, acompañado de pan de hogaza, todo regado con vino de la tierra. La comida es abundante y se puede repetir todas las veces que uno quiera. Para tomar café y/o copa se habilita un pequeño mostrador donde se sirve a precios moderados. Por la noche, la fiesta sigue con orquesta y baile hasta las tres de la mañana.
Al día siguiente, ya camino de vuelta a Lisboa, visitamos de paso la Vila Velha de Ródao para admirar las impresionantes Portas de Ródao, uno de los lugares geológicos más importantes de Portugal a través del cual el río Tajo se encoje en una garganta muy estrecha limitada por imponentes y escarpadas rocas de cuarcita. Es un lugar ideal para la avifauna, en particular para las grandes aves de rapiña, como el águila perdicera, el buho real y el buitre leonado, que comparten su habitat con la jineta, el gato montés y una gran diversidad de anfibios, reptiles e insectos. Todo ello adornado con multitud de encinas, alcornoques y cedros.
Nos faltaba por conocer una de las típicas Aldeas de Pizarra, así que a continuación nos encaminamos hacia el pueblo de Foz do Cobrao que se encuentra en la ruta de la pizarra. La ruta comprende 24 aldeas tradicionales construidas en pizarra, la roca más abundante de la región. Las diversas tonalidades de esta piedra, también usada en los pavimentos de las calles estrechas y sinuosas, se mezclan a la perfección con los colores del paisaje natural.
Al atardecer llegamos a Monte Real, donde nos espera un Spa Experience en el hotel del mismo nombre. Mañana toca madrugar para salir hacia el aeropuerto de Lisboa así que nos despedimos de nuestro encantador viaje por estas tierras de Centro de Portugal no sin antes dar cuenta de una estupenda cena a base de bacalao y vino del país.
INFORMACIONES UTILES
ALOJAMIENTOS
Hotel Rural Herdade da Poupa****
https://www.facebook.com/pages/category/Hotel/Hotel-Rural-Herdade-da-Poupa-198643372777/
Hotel Fonte Santa****
https://www.hotelfontesanta.pt/
Termas de Monfortinho
https://www.termasdemonfortinho.com/
Palace Hotel de Monte Real****
https://www.termasdemontereal.pt/
RESTAURANTES
Restaurante Petiscos & Granitos
https://www.facebook.com/pages/Petiscos-E-Granitos/273145469454783
Papa Figos Restaurant - Hotel Fonte Santa****
https://www.hotelfontesanta.pt/es/restaurante-papa-figos
Restaurante Vale Mourão
https://www.facebook.com/pg/Restaurante-Vale-Mour%C3%A3o-Foz-do-Cobr%C3%A3o-Vila-Velha-do-Rodao-2026572237598485/photos/
Aldeas Históricas
https://aldeiashistoricasdeportugal.com/
Oficina de Turismo
https://www.centerofportugal.com/es/destination/tomar-3/
Manbos
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